¿Presentaste tu declaración y, al revisar, notaste un error… y ahora no sabes qué hacer?
Tranquilo. A muchos les pasa: un ingreso mal capturado, una deducción omitida, un periodo equivocado o una línea de captura que venció. En lugar de cancelar todo o “esperar a la anual”, existe una vía rápida y legal para corregir: las declaraciones complementarias.
En esta guía te explicamos, con casos reales, cuándo convienen, cómo se presentan y qué límites establece el SAT para que regularices tu situación sin multas innecesarias.
Qué es una declaración complementaria y cuándo conviene usarla
Una declaración complementaria es una actualización de tu declaración ya presentada para corregir errores u omisiones. No es comenzar de cero, sino ajustar los datos del envío original: puedes aumentar ingresos que olvidaste, disminuir deducciones mal aplicadas, agregar retenciones que no capturaste o corregir un periodo mal elegido.
El sistema del SAT toma tu declaración base y sobre ella registra la complementaria, recalculando automáticamente el impuesto a cargo o el saldo a favor.
¿Cuándo conviene utilizarla?
Cuando detectas con rapidez un dato inexacto (por ejemplo, un CFDI de ingreso que no sumaste), cuando tu línea de captura venció y necesitas reactivar el pago, si elegiste mal el periodo (marcaste abril en lugar de mayo) o si el SAT te notificó una inconsistencia y prefieres regularizarte antes de cualquier sanción mayor. Cuanto más pronto presentes la complementaria, menor será el riesgo de recargos, actualizaciones o requerimientos.
Marco legal del Artículo 32 del CFF y los límites para corregir
El Artículo 32 del Código Fiscal de la Federación (CFF) establece que las declaraciones son definitivas, pero el contribuyente puede modificarlas hasta en tres ocasiones, siempre que aún no se hayan iniciado facultades de comprobación por parte de la autoridad. Existe un margen adicional: se permite presentar más de tres complementarias en supuestos específicos, como cuando solo incrementas ingresos o el valor de actos/actividades, cuando solo disminuyes deducciones o pérdidas (o cantidades acreditables/compensadas/pagos provisionales), o cuando la ley te obliga a presentar una complementaria.
En términos prácticos: si tu corrección implica pagar más (porque aumentas ingresos o reduces deducciones), no estarás limitado a solo tres intentos. Si tu ajuste busca pagar menos (por ejemplo, porque detectaste un acreditamiento mayor), entonces sí aplica el límite de tres en tanto no exista revisión iniciada. Por eso es clave planear bien la complementaria, respaldar con papeles de trabajo y conservar folios y acuses de todo el proceso.
Tipos de declaraciones complementarias y en qué casos aplican
Antes de elegir qué declaración complementaria presentar, identifica qué ocurrió con tu envío original. Si no presentaste a tiempo, regularizas con una complementaria normal.
Si ya presentaste pero necesitas ajustar datos o montos (ingresos, deducciones, retenciones, acreditamientos), corresponde una complementaria de modificación.
Si el SAT ya inició una revisión y decides corregirte durante el proceso, utiliza la complementaria de corrección fiscal. La elección correcta evita rechazos, recálculos innecesarios y posibles multas.
Declaración complementaria normal cuando presentaste fuera de tiempo
La complementaria normal se utiliza cuando no enviaste la declaración original dentro del plazo. Aunque suene contradictorio, “normal” aquí significa que regularizas una obligación que debiste presentar en tiempo, pero lo haces de forma extemporánea. El SAT la registra como la primera presentación válida para ese periodo y obligación.
Escenario: Tenías que presentar el pago provisional de mayo y lo olvidaste; hoy ya pasó la fecha límite.
Decisión: Ingresas al portal y presentas una declaración complementaria normal de mayo (extemporánea), con los datos correctos y pago correspondiente.
Resultado: El SAT toma esa complementaria como tu envío “base” del periodo; genera línea de captura con recargos/actualización (si aplica) y quedas al corriente sin necesidad de declaraciones previas.
Declaración complementaria de modificación para ajustar datos y montos
La complementaria de modificación corrige una declaración previamente enviada. Sirve para aumentar ingresos, disminuir deducciones, agregar retenciones u otros datos omitidos. El sistema recalcula el impuesto y, si resulta diferencia a cargo, podrás enterarla con nueva línea de captura.
Escenario: Presentaste el pago de junio, pero olvidaste incluir dos CFDI de honorarios por $18,000 (sin IVA). Al conciliar, detectas el faltante.
Decisión: Presentas una declaración complementaria de modificación por junio, agregando los ingresos omitidos.
Resultado: El SAT recalcula el impuesto de junio; surge una diferencia a cargo. Pagas con nueva línea de captura y evitas requerimientos. Si en cambio tu ajuste fuera para pagar menos (por ejemplo, acreditamientos válidos no considerados), recuerda el límite de hasta 3 complementarias, salvo excepciones del art. 32 CFF.
Declaración complementaria de corrección fiscal cuando hay revisión del SAT
La complementaria de corrección fiscal se utiliza cuando el SAT ya notificó un acto de autoridad (p. ej., revisión electrónica, invitación o auditoría) y decides regularizar tu situación durante el proceso. Es distinta a la de modificación porque se presenta en el contexto de una revisión formal.
Escenario: Recibes una notificación de revisión electrónica por discrepancias en tu declaración anual; el SAT detecta ingresos no acumulados.
Decisión: Presentas una declaración complementaria de corrección fiscal ajustando los ingresos y, en su caso, deducciones/retenciones para alinear tu base.
Resultado: Te regularizas durante la revisión, reduces el riesgo de multas mayores y avanzas hacia el cierre con diferencias pagadas. Dependiendo del caso, podrás acceder a facilidades y evitar un crédito fiscal más gravoso.
Como regla práctica, piensa en este flujo: ¿faltó presentar? → normal; ¿hay que corregir lo ya enviado? → modificación; ¿hay revisión en curso? → corrección fiscal. En todos los casos, prepara tus papeles de trabajo, concilia CFDI y valida que el periodo y la obligación sean los correctos antes de firmar y enviar.
🖥️ Cuándo se debe usar la declaración complementaria del SAT
La declaración complementaria del SAT se usa cuando necesitas corregir o regularizar una declaración ya enviada, o cuando omitiste presentarla en su momento. En la práctica, activa una nueva captura sobre la base original para ajustar datos y generar, si corresponde, una nueva línea de captura vigente. Utilízala cuanto antes para minimizar recargos, actualización y evitar requerimientos.
Piensa en tres grandes escenarios:
(1) Modificas obligaciones o tu línea venció y requieres reemitir el pago.
(2) Dejaste sin efecto una obligación porque elegiste mal el periodo o el impuesto.
(3) Omitiste presentar y buscas ponerte al corriente con una complementaria normal extemporánea.
En todos los casos, conviene respaldar el cambio con papeles de trabajo y conciliar tus CFDI para que el cálculo del impuesto sea consistente.
Como regla rápida: si faltó enviar, usa complementaria normal; si debes corregir lo ya presentado, usa complementaria de modificación; si hay revisión en curso, considera una complementaria de corrección fiscal. Con FacturoPorTi puedes elegir el tipo correcto, capturar sin errores y obtener tu acuse en minutos.
Cuando modificas obligaciones o vence la línea de captura
Si al enviar tu declaración seleccionaste una obligación equivocada (por ejemplo, marcaste IVA cuando correspondía IVA e ISR) o si la línea de captura venció antes de pagar, procede presentar una declaración complementaria. El objetivo es reactivar el pago con una nueva línea vigente y/o corregir la obligación elegida para que el SAT concilie correctamente tu información.
Escenario: Presentaste el pago provisional de ISR, pero no realizaste el pago y la línea caducó. Decisión: Entras al portal del SAT y envías una complementaria del mismo periodo para generar una nueva línea. Resultado: Obtienes una línea de captura vigente y regularizas el pago sin afectar el resto de tu declaración.
Cuando necesitas dejar sin efecto una obligación con periodo o impuesto equivocado
Ocurre cuando, por error, presentaste una obligación con periodo incorrecto (ej. junio en lugar de mayo) o con el impuesto equivocado. En estos casos, la complementaria se usa para dejar sin efecto la obligación mal presentada y volver a enviar el dato correcto. Es clave validar el periodo y el tipo de impuesto antes de firmar para evitar diferencias y requerimientos.
Escenario: Reportaste IVA del mes de abril, pero el sistema te muestra que el periodo correcto era mayo. Decisión: Presentas una complementaria para dejar sin efecto abril y luego envías la obligación de mayo con los importes correctos. Resultado: El SAT reconoce el cambio, elimina la obligación mal ubicada y registra la válida en el periodo correcto.
Cuando omitiste presentar una obligación y buscas regularizarte
Si no presentaste una o más obligaciones (por ejemplo, un pago provisional de un mes), la vía es enviar una complementaria normal de forma extemporánea. El SAT la tomará como la presentación válida de ese periodo y calculará, en su caso, recargos y actualización. Es mejor regularizar pronto para disminuir costos financieros y evitar cartas invitación o revisiones.
Escenario: Olvidaste presentar el pago bimestral de IVA del primer bimestre. Decisión: Ingresas y presentas la complementaria normal del bimestre omitido con los datos correctos. Resultado: Quedas al corriente; el sistema genera línea de captura con recargos/actualización y evitas requerimientos por omisión.
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🛠️ Cómo hacer una declaración complementaria paso a paso
Presentar una declaración complementaria en el portal del SAT
Entra a sat.gob.mx y elige el apartado Presenta tu declaración. Autentícate con tu RFC y Contraseña o con tu e.firma. Dentro del módulo, selecciona tu régimen y la obligación que deseas corregir (ISR, IVA, IEPS, etc.). Da clic en Declaración complementaria y el sistema te pedirá definir el tipo (normal, modificación o corrección fiscal) según tu caso.
Tip operativo: ten a la mano tu declaración original, tus CFDI de ingresos/egresos y, si aplica, las retenciones que te efectuaron. Eso agiliza la captura y reduce errores.
Mini-ejemplo: detectas que en la provisional de junio omitiste un CFDI de honorarios. Entras al portal, eliges ISR pagos provisionales, marcas Declaración complementaria tipo modificación y avanzas a la captura.
Selección de ejercicio y obligación con captura y validación de datos
El sistema te solicitará el ejercicio y el periodo (mes o bimestre) que deseas ajustar. Verifica que coincida con la declaración base para evitar rechazos. En la pantalla de captura, modifica únicamente los campos necesarios (ingresos, deducciones, acreditamientos, retenciones, pagos provisionales, etc.). Al finalizar, usa el botón Validar para que el portal recalcule el impuesto y te muestre el resumen con el nuevo a cargo o a favor.
Control de cambios: agrega en tus papeles de trabajo una breve nota de corrección (qué cambió y por qué). Esto te servirá en auditorías y para recordar el motivo del ajuste.
Mini-ejemplo: elegiste por error el periodo de abril en lugar de mayo. En la complementaria seleccionas dejar sin efecto abril y luego presentas la obligación correcta en mayo con los mismos importes; el sistema validará y mostrará el nuevo estatus.
Firma envío acuse y resguardo de folios
Revisa el resumen, confirma que los importes y el periodo sean correctos y procede a firmar con tu e.firma. Al enviarla, el portal generará el acuse de recepción con su folio y, si corresponde, una línea de captura vigente para pagar la diferencia a cargo (con recargos/actualización cuando aplique). Descarga y guarda el acuse en PDF y registra el folio en tu control interno.
Buenas prácticas: paga con la línea vigente y guarda el comprobante bancario junto con el acuse. Si tu corrección disminuye impuesto, conserva el acuse y el papel de trabajo que justifica el cambio por si la autoridad lo solicita.
Mini-ejemplo: tras validar, el sistema arroja una diferencia a cargo de $1,250. Firmas y obtienes la línea de captura. Pagas el mismo día, descargas el comprobante y archivas ambos documentos con el folio de la complementaria.
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